Castilla-La Mancha tiene el 45% de la superficie forestal, lo que supone más del 13% de la superficie forestal nacional. Son 3,5 millones de hectáreas forestales, de las que el 77% son arboladas, y el 23% restante, son zonas de matorral, pastizal y herbazal. Aproximadamente el 20% de la superficie forestal arbolada de Castilla-La Mancha está ocupada por masas mixtas (mezcla de coníferas y frondosas), dividiéndose el 80% restantes a partes iguales entre masas de coníferas y masas de frondosas.
Los montes deben ser gestionados de forma sostenible, entendiendo ésta como la organización, administración, aprovechamiento y uso de los montes, de forma e intensidad que permita mantener su biodiversidad, productividad, vitalidad, potencialidad y capacidad de regeneración, para atender, ahora y en el futuro, sus funciones ecológicas, económicas y sociales relevantes en el ámbito local, regional, nacional y global, sin producir daños a otros ecosistemas.
La Ley 3/2008, de 12 de junio, de Montes y Gestión Forestal Sostenible de Castilla-La Mancha, recoge esta definición y establece además que los montes deberán ser gestionados de forma sostenible, integrando los aspectos ambientales con las actividades económicas, sociales y culturales, con la finalidad de conservar el medio natural, al tiempo que generar empleo y colaborar al aumento de la calidad de vida y expectativas de desarrollo de la población rural.
En marzo de 2025, se reúne la sexta reunión de la Mesa de la Madera de Castilla-La Mancha donde se informa por parte de la directora general de Medio Natural y Biodiversidad del impulso a la gestión forestal que está llevando a cabo el Ejecutivo, que ya está elaborando el futuro Plan Forestal de Castilla-La Mancha, una hoja de ruta con unos objetivos claros y concretos para los próximos diez años.