Una vez finalizado el II Plan de Formación Profesional en 2012, hubo cuatro años de parálisis, hasta que en julio de 2015 se mantienen reuniones de coordinación con el objetivo de elaborar el III Plan de FP, que fue validado por el Consejo de Formación Profesional y refrendado por los agentes sociales en julio de 2018.
Además, se ha seguido apostando por actuaciones en materia de formación, y que esta sea acreditable a través de la obtención de un certificado de profesionalidad de carácter oficial y con validez para todo el territorio nacional, así como el impulso a los Centros de Referencia Nacional de Formación y la potenciación de la Formación Dual, a lo que en 2017 se destinan 5 millones de euros más que en 2016.
A lo largo de 2017, se ponen en marcha tres nuevos programas: Dual Empleo, Formación Plus y CREA, los dos primeros destinados a jóvenes en desempleo, y el último a personas con especiales dificultades de inserción laboral. Por otra parte, Castilla-La Mancha representa, también en 2017, a las comunidades autónomas en materia de Educación y Cultura en el Consejo de Ministros de la Unión Europea, para consensuar una postura común sobre el análisis del pasaporte europeo de acreditación de competencias (EUROPASS) y la elaboración de un informe de seguimiento de personas con titulación universitaria y de Formación Profesional.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page firma con los agentes sociales UGT, CCOO y CECAM en julio de 2018 el III Plan de Formación Profesional 2018-2022 en el que se establece un sistema integrado de Formación Profesional adaptado a las necesidades del modelo productivo y que responde a las medidas acordadas en el Pacto por la Recuperación Económica. Cuenta con un presupuesto de más de mil millones de euros, de los cuales más de 660 millones de euros corresponden a la Formación Profesional del sistema educativo y más de 344 millones de euros a la correspondiente al sistema de empleo.